El recién nacido depende de la función
bucal. Es a través de la boca, que poco a poco, ira explorando los dedos, manos
y objetos.Junto a esa exploración, se establecerá el desarrollo de la
coordinación motora y el equilibrio sensorio-motor-oral del niño.
Despues de la succión, que es un impulso
natural, el niño va adquirir y desarrollar otras funciones bucales como la
masticación, deglución y fonación.
Si estas funciones son realizadas
adecuadamente, dirigirán y estimularan el adecuado crecimiento craneofaciales
que dependerá directamente del equilibrio muscular y funcional de todas las
estructuras faciales involucradas en el aparato respiratorio y masticatorio.
Cuando hay una alteración en la posición
dentaria o algún desequilibrio de las arcadas que el propio niño perciba, esta,
acaba por afectar su comportamiento o el modo de cómo se relaciona. (1,2)
SUCCIÓN DEL DEDO O CHUPÓN
La succión es importante para satisfacer las
necesidades nutritivas, psicológicas y emocionales del niño y es parte del desarrollo
psicomotriz en la infancia. Da seguridad y soporte emocional a los niños, mas
no debe extenderse más allá del tiempo normal. Con la maduración, el niño
desarrolla otras capacidades y actividades y poco apoco, disocia como parte de
ese apoyo psico-emocional.
La succión del dedo o chupón es
extremadamente perjudicial para las arcadas dentarias, causando problemas
graves como:
- Estrechamiento del maxilar o mordida abierta.
- El estrechamiento del maxilar lleva al posicionamiento inadecuado del tipo mordida cruzada. Al mismo tiempo puede llevar a mordida abierta anterior, en el cual los dientes anteriores no se tocan.
- La mordida abierta puede llevar a otro tipo de mal hábito bucal, la interposición lingual. De esta forma, aunque el hábito de succión sea removido, la mordida abierta es mantenida inadecuadamente por la lengua en la deglución.
Si el hábito persiste en la dentición permanente, los dientes se posicionaran
conforme a la deformidad de las arcadas y agravaran los procedimientos de corrección ortodontica.
Por lo tanto, todo el esfuerzo para que el
niño no adquiera el habito de succión será recompensado, tanto por la ausencia
de deformidades en la fase como por la minimización de problemas futuros. (1,2)
BIBLIOGRAFIA:
1.-Nahás PC. Salud Bucal del bebé al adolescente.
México: Santos; 2009.p.75-159.
2.-Barroso ED. Chupetes y hábitos
de succión del pulgar. Mexico;Articulo:2006.p.1-6 (http://www.spapex.es/pdf/chupete.pdf)
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